viernes, 31 de agosto de 2012

Sigamos la flota


"Sigamos la flota" sigue el mismo patrón que todas las películas de Astaire: comedia romántica de lo más ingenua y ligera, acompañada de bailes únicos y maravillosos que son, en definitiva, lo más bello e importante del metraje (pero de todas las cintas de Astaire, ésta es quizá la que mejor destaque por extender algo más su coto argumental. Ya que, no solo se limita a una única historia romántica, sino que amplía su horizonte hacia gracietas "marineras" y otra trama romántica más variada. Y el hecho de ser más completa y amplia, hace que sus actores se luzcan más, y que todo resulte más notable y equilibrado). Como en una balanza nivelada, la ingenuidad del argumento y su devenir (que a estas alturas puede causar un poco de sopor y bochorno por su anacronismo e inocencia) es una losa que se olvida rapidamente en cuanto que hay cualquier número musical en el que Astaire flota sobre el suelo dejando boquiabierto al respetable.

Como es lógico para su época, el film ofrece un acabado sencillo sin montajes enredados y con un total empeño en alargarse en los planos... lo cual en este caso queda perfecto, ya que en "Sigamos la flota" se mostraba ascéticamente un talento delante de las cámaras digno de lucirse.

El buen diseño de producción, la concisión y la implicación en el devenir de su sencilla trama, los buenos momentos musicales y, sobre todo, unas actuaciones con carisma y presencia, consiquen ofrecer una cinta entretenida, agradable, positiva y enternecedora por su nostalgia (y, a ratos, también deliciosa y mágica).

El inmortal Astaire no solo demuestra aquí ser un brillantísimo bailarín, sino también un divertido y entrañable actor (sin llamar la atención, Astaire consigue con un puñado de ademanes hacer creíble una personalidad que a priori no casaba con su fisionomía) y un buen cantante. En este film Astaire no solo asombra con sus bailes, sino que se luce en todas sus virtudes. Ginger Rogers resulta más bien un complemento de Astaire... un complemento simétrico y perfecto con el que queda fuera de cuestión tras ver el film que ambos eran la pareja cinematrografica indiscutible del baile y la comedia romántica más distraída (con una complicidad y un vacile entre ambos dino de mencionar). Son acompañados en el reparto por un Randolph Scott como atractivo dandy, y una Betty Grable como hermana segundona con una preciosa calma en su personalidad.     






La partitura de Irvin ofrece buenas canciones, bonitas y pegadizas (algunas de ellas románticas y otras cómicas y cómplices). Y por supuesto no se me puede olvidar mencionar lo mejor de la película y lo que la hace memorable: esos bailes atemporales donde los segundos desaparecen, con planos que no se cortan para poder seguir los pasos de Astaire y Rogers de los que no se puede apartar los ojos de la pantalla ante su agilidad y embrujo. A destacar el gran momento del film su gran número final de belleza única e imborrable, uno de los mejores colofones vistos en cine musical (por lo sorprendente e inesperado... viendo el nivel tan pueril de la trama).


En fin. Los zapateados de Astaire son un sueño cautivante... y el último baile es además un sueño inolvidable. Puede haber problemas, pero mientras haya esto... ¡afrontemos la música y bailemos!. Merece verse solamente por sus minutos finales.                 

                                                         


TÍTULO ORIGINAL Follow the Fleet
AÑO 1936




DIRECTOR Mark Sandrich
GUIÓN Allan Scott & Dwight Taylor
MÚSICA Irving Berlin
FOTOGRAFÍA David Abel (B&W)
REPARTO Fred Astaire, Ginger Rogers, Randolph Scott, Betty Grable, Harriet Hilliard, Lucille Ball, Astrid Allwyn
PRODUCTORA RKO


SINOPSIS Cuando la flota atraca en el puerto de San Francisco, Bake Baker sólo piensa en recuperar a su antigua novia y pareja de baile, Sherry Martin. Mientras tanto, su amigo Bilge Smith mantendrá un romance con Connie, la hermana de Sherrie. Pero las cosas no discurrirán apaciblemente: Bake tiene la costumbre de hacerle perder sus trabajos a Sherrie, y Bilge no parece preparado para sentar la cabeza.

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"Otra de las clásicas comedias de la legendaria pareja Astaire-Rodgers, que se beneficia del entusiasmo visual de que hace gala Mark Sandrich tras la cámara. (...) números exquisitos como "Let's face the music dance", lo que importa es la música de Irving Berlin; lo que importa, en definitiva, es ver flotar en el aire a la mejor pareja de bailarines de la historia del cine." (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
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La nueva melodía de Broadway

Fred Astaire, Eleanor Powell y Cole Porter, tres genios brillando en todo su esplendor en una de las películas más recordadas del gran bailarín al margen de su dúo con Ginger. Una historia de amor, amistad, fama y caracteres encontrados llena de un encanto e ingenuidad como pocas se han visto en el género. A destacar el protagonismo de la injustamente olvidada Eleanor Powell, sin duda, una de las mejores sino la mejor tap dancer de la historia de Hollywood. Una obra maestra del musical norteamericano con números inolvidables. Poco más queda por decir, porque esta película es más de ver y disfrutar que de describir. Eleanor Powell es la perfección en persona. Magnífica ejecutora, malabarista, bailarina. Fred Astaire está como siempre, perfecto y elegante. Y George Murphy, bueno, pues defiende bastante bien su poco agradecido papel de artista sin ángel.

Sólo por los números ya merece un par de visionados. Pero es que además, sigue siendo muy fresca. 

TÍTULO ORIGINAL Broadway Melody Of 1940
AÑO 1940




DIRECTOR Norman Taurog
GUIÓN Leon Gordon, George Oppenheimer
MÚSICA Canciones: Cole Porter
FOTOGRAFÍA Oliver T. Marsh, Joseph Ruttenberg (B&W)
REPARTO Fred Astaire, Eleanor Powell, George Murphy, Frank Morgan, Ian Hunter, Florence Rice, Lynne Carver, Ann Morriss, Trixie Firschke
PRODUCTORA MGM


SINOPSIS Johnny Brett y King Shaw son dos ambiciosos bailarines que buscan la fama en Broadway, y que trabajan como empleados en el café de una sala de espectáculos. Uno de ellos es elegido para el papel principal de un gran musical, pero se confunden de nombres y escogen al compañero. Desde entonces son rivales en la carrera hacia el éxito.


sábado, 25 de agosto de 2012

Bailando nace el amor

 La segunda de las dos comedias musicales que Fred Astaire protagonizaría junto a Rita Hayworth a comienzos de los 40 (la primera de ellas fue "Desde aquel beso", el año anterior).

De un ritmo algo menos trepidante que la primera y un poco menos cómica, pero igual de encantadora que aquélla. Con el tiempo Rita afirmaría que esta es su película favorita dentro de su filmografía.
Hayworth vuelve a estar nuevamente que se rompe de guapa. Y Fred Astaire nos obsequia con uno de los mejores solos de baile de toda su carrera, esta vez, con los aires latinos de la música de Xavier Cugat y su orquesta. 
Que se puede decir de Fred que no se haya dicho ya. Cada musical suyo es una nueva maravilla. Cada coreografía es innovadora.En éste caso, repitiendo pareja con una excelente bailarina como Rita.

Solo destacar como constante en casi todos los musicales de Astaire, la elegancia de sus movimientos, su extraordinaria flexibilidad, y su talento para "hacer que parezca fácil".
En ésta película, destacar tambien el papel secundario de uno de los grandes de la época dorada de Hollywood, como era Adolphe Menjou.

Aunque es posible que el argumento no sea tan sólido como en otros musicales, los números son tan buenos, que sin duda despertarán las ganas de bailar en todos los que la vean.

Un musical bien hecho, que merece la pena no perderse.
Qué maravillosa pareja, desde el primer instante la película te engancha con una trama de enredo muy divertido. Fred Astaire está sublime y qué decir de mi Gilda... maravillosa como siempre, qué gran artista.. en esta película podemos disfrutar de una gran actuación con baile incluido. Ha sido una película muy agradable de ver de las que te hacen irte a la cama con una sonrisa... por cierto grandioso Menjou, todos los secundarios todo ello aderezado con la orquesta de Xavier Cugat.
A juzgar por la química entre la pareja y coincidiendo recientemente con la también común "Desde aquel beso", la pareja Astaire-Hayworth parece asentarse tras la "ruptura" profesional con la gran pareja del genial bailarín y por la que siempre será recordado indisociablemento como fue Ginger Rogers. Todo esto parece congeniar, salvo que tras esta película y pese formar una buena pareja de baile y el éxito cosechado por el film, la pareja misteriosamente jamás volvió a colaborar. La película es la típica comedieta romántica para el lucimiento de sus protagonistas y a buena fe que lo hacen, Astaire, pese a que los años empiezan a pasar factura, baila como acostumbra y Hayworth, no conforme con hacerle incluso sombra en los números musicales sale más bella y radiante que nunca.
TÍTULO ORIGINAL You Were Never Lovelier
AÑO 1942
TRAILER

SUGERENCIA DE TRAILER


DIRECTOR William A. Seiter
GUIÓN Delmer Daves & Michael Fessier
MÚSICA Leigh Harline, Jerome Kern, Johnny Mercer
FOTOGRAFÍA Ted Tetzlaff (B&W)
REPARTO Fred Astaire, Rita Hayworth, Adolphe Menjou, Isobel Elsom, Leslie Brooks, Adele Mara, Gus Schilling, Barbara Brown, Douglas Leavitt, Xavier Cugat
PRODUCTORA Columbia Pictures
PREMIOS 1942: 3 nominaciones al Oscar: Mejor banda sonora (Musical), canción, sonido


SINOPSIS En la acaudalada familia argentina de los Acuña la tradición exige que las hijas se casen por orden de edad. Cuando la mayor se casa, las otras dos hermanas apremian a la segunda, María, para que busque marido. Pero María todavía no ha encontrado un hombre que le guste.